martes, 16 de octubre de 2007

POR UNA EXPLOTACION COHERENTE






En los años 80 participé en el diseño y planificación de la infraestructura para un proyecto de explotación forestal. La persona que me contrató para ese trabajo –quien además de buen amigo mío, es un ingeniero agrónomo altamente especializado en el tema- tuvo a bien mostrarme el plan de tala sostenible de un enorme bosque en la zona norte del país: además de velar por el bienestar de la fauna del lugar, cada año se talaría el 5% de los árboles y se sembraría la misma cantidad de árboles jóvenes para sustituirlos. De esa manera, en 20 años se habría talado totalmente la población inicial de árboles, pero una nueva generación estaría lista para dar inicio a un segundo ciclo de tala y siembra logrando así el aprovechamiento integral de ese importante recurso sin alterar, más que en forma mínima, el ecosistema de la región.

Trabajar en ese proyecto me hizo entender que el hombre puede no sólo vivir en este planeta, sino explotar sus recursos naturales en una forma inocua para el medio ambiente, y servirse de la naturaleza sin destruir el mundo en el proceso.

Según la Biblia, Dios hizo este planeta y lo puso en manos del hombre para que se sirviera de el, y administrara en favor propio sus impresionantes recursos:

Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».”

Es mi opinión -comúnmente incorrecta políticamente hablando-, que el hombre no debe desaprovechar los recursos que Dios ha puesto en sus manos, pero debe hacerlo de una manera inteligente (como lo hace la industria avícola, la ganadera y otras, porque a pesar de ser las vacas, los pollos y los cerdos los animales que más matamos para el consumo humano, son los que más lejos de la extinción están) Sin embargo, para el efecto necesitamos poner a funcionar primeramente el sentido común y deshacernos de la ignorancia, la desidia, la avaricia y la inconsciencia (todas viejas conocidas, y amigas íntimas del hombre).


viernes, 12 de octubre de 2007

Millhouse o Barney

Creo que Barney (Otto Perez) es el "menos peor" (lo que no es mucho consuelo)
porque Millhouse (Álvaro Colom) además de ser el "más peor", tiene empeñada hasta el alma al diablo

Estamos a un par de semanas de asistir a las urnas en segunda vuelta electoral, y un buen grupo de Guatemaltecos nos hemos quedado sin opciones. Esta vez ni siquiera podré ejercer el “voto en contra”: ese sufragio que se emite para evitar que quede de presidente alguien a quien se considera nefasto, porque no encuentro, en ninguno de los dos candidatos, capacidad ni honestidad para ejercer la primera magistratura de esta Patria mía, y lo mismo digo de los partidos que los postulan y sus equipos de trabajo, un cero a la izquierda en ambos casos.

Sin embargo tendré que votar por el “menos peor” (porque no hay uno que sea el “más mejor”). Descartaré a Colom por muchas razones, entre elloas: su ideología izquierdista (que no comulga para nada con mi pensamiento 100% libertario), y estar comprometido hasta el gorro por las tres campañas al hilo en que ha participado, en las que ha recibido millonarias ayudas “desinteresadas” (como las que recibió del tristemente recordado Abadío). Esos nobles y desinteresados financistas no tardarán en pasar su factura y adivinen ustedes a quienes les tocará pagarla.

sábado, 6 de octubre de 2007

LEY DEL CRIMEN CONTRA LA MUJER EN GUATEMALA



El asesinato de mujeres se ha incrementado alarmantemente en Guatemala, y los activistas propugnan por que el congreso cree una ley específica que tipifique este delito. La muerte violenta de una mujer es algo que conmueve a cualquiera, pero, siguiendo mi línea sentimental y políticamente incorrecta, he de decir que la pretendida ley, además de inconstitucional, es un completo sinsentido, me explico:

La Constitución Política de Guatemala en sus artículos tercero y cuarto reza:


ARTICULO 3o.- Derecho a la vida. El estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona.

ARTICULO 4o.- Libertad e igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal entre sí.

Dado lo expuesto ¿Que otra ley necesitan los gobernantes para actuar en justicia contra los autores de dichos asesinatos? Crear una ley específica relacionada al asesinato (o cualquier otro crimen contra la mujer), contradice el espíritu y letra de la constitución en cuanto a que todos, HOMBRES Y MUJERES, somos IGUALES en dignidad y derechos, y tenemos, por consiguiente IGUALES OPORTUNIDADES (término muy discutible) Y RESPONSABILIDADES.

NO NECESITAMOS NUEVAS LEYES, SINO QUE SE CUMPLAN LAS QUE YA EXISTEN.